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domingo, 27 de febrero de 2011

Pifiadera fraternal


Pifiadera fraternal


Por Roberto ramirez

UNO


Jorge del Castillo levanta su pañuelo blanco y la gente grita a todo pulmón: ¡Fuera los corruptos! ¡Fuera los corruptos! Del Castillo no sabe si bajarse o seguir. Si hicieran caso a todo lo que dice la gente, el estrado, tal vez, estaría vacío. Suda. A más calumnias más aprismo, dice y sigue hablando, agitando su pañuelo.


Ocho palomas blancas, envueltas en una manta y casi al borde de la asfixia son soltadas al frente de la Casa del Pueblo, mientras que Del Castillo, Mauricio Mulder, Luis Nava, Carlos Arana y Mercedes Cabanillas miran con desconcierto que sus militantes no llegaban a los tres mil. En un rincón, lejos de las miradas de los curiosos que lo pudieran reconocer estaba el ex ministro Hernán Garrido Lecca quien hablaba casi entre susurros con Aurelio Pastor y luego con Nava.


Ni la orquesta “La noche sensual”, ni todo el CD del grupo 5 habían podido atraer a esa masa de gente que antaño solía colmar de punta a punta la Avenida Alfonso Ugarte. “Compañeros, yo, como secretario general aún en las condiciones más adversas de la dictadura a mí nadie me acalló, a mí nadie me impidió nunca nada, yo siempre confronté a los enemigos del partido, estuve en primera fila defendiendo al aprismo cuando otros se corrían, cuando los enemigos del partido se enquistaban adentro”, dijo el ex premier tratando de ganarse a esa gente que no paraba de pifiarlo.


Antes del discurso de Del Castillo las delegaciones de los diferentes distritos habían marchado al frente del estrado; algunas marcharon dos veces. Arana lo hizo hasta en cuatro ocasiones. ¡Falta gente, hermano!, comentó uno de los militantes que acudió anoche a la celebración por el Día de la Fraternidad realizada al frente de la estación Quilca del Metropolitano.


“Defender la obra del aprismo significa, compañeros, asegurarnos de que la gran obra, el gran gobierno que está haciendo nuestro… nuestro partido con nuestro presidente Alan García no vaya a ser dejado de lado. En el primer gobierno, y lo pongo como ejemplo, el tren eléctrico estuvo atorado 20 años y después de eso recién se reinició cuando vino un nuevo gobierno aprista”, decía Del Castillo sin soltar el pañuelo. A diferencia de otros años la “avenida de los pañuelos blancos” estaba transitable, y uno podía encontrarse con las mismas caras sin mucho apremio.


El concepto abstracto de fraternidad, que implica siempre las nociones de unión, de respeto mutuo y de acompañamiento, anoche se convirtió en silbatina gracias a este nutrido grupo del Comando Universitario Aprista que gritaba ¡Fuera los corruptos! ¡Fuera los corruptos!, “El Apra es del pueblo y no de los corruptos”. Mientras eso pasaba, un tal “Lucho Álvarez” los amenazaba y Del Castillo hablaba, intentaba sonreír, sudaba y se secaba ese sudor nervioso con el mismo pañuelo blanco que minutos antes había agitado.


DOS


De pronto levanto la mirada y me cae en el ojo una cajita de fósforos. No es una cajita cualquiera, esta lleva la foto sonriente de Pastor y su número para que la gente vote por él. El ex ministro anda lanzando cajitas por todos lados. Miro alrededor y veo pancartas con los nombres, símbolos y números de los candidatos que están en el estrado. Todos piden que votes por ellos. “Amor a la familia peruana” (¿?) promete Pastor en su cajita de fósforo.


“El Día de la Fraternidad no debe servir para hacer proselitismo político sino para buscar el acercamiento de todos”. El militante que hace este comentario no es un militante cualquiera. Se trata de Enrique Cox, hijo del recordado Manuel Cox, abogado y economista trujillano, considerado el primer secretario general del Partido Aprista; reconocido como tal por el primer Congreso Nacional del PAP de agosto de 1931. Desterrado o confinado varias veces en el Panóptico de Lima. Fue Presidente del Senado en 1968, constituyente en dos oportunidades: 1931 y 1978.


Con todo el respaldo de ser hijo de este aprista que además editó “Cartas de Haya de la Torre a los prisioneros apristas”, Enrique habla fuerte. Luego mira al estrado y mueve la cabeza. “No me siento representado por ellos, porque ellos para llegar a esa posición de dirigentes han pasado por una serie de procesos que lamentablemente ponen en duda la democracia interna del partido”, dice. Termino de grabar sus declaraciones y me guardo la cajita de fósforos. Para algo ha de servir


TRES


Ángela Valdez tiene una pancarta diferente. La suya dice “Fraternidad sin corrupción”. Su voz suena ronca. Es una de las valientes militantes que gritó a todo pulmón ¡Fuera los corruptos! Ella dice que la alianza con el fujimorismo ha sido muy perjudicial para el partido. Indica además que la cúpula que está en el estrado empezando por Del Castillo debe irse a su casa porque están vinculados a hechos de corrupción.


Dice que esta cúpula está gastando bastante dinero, como no te imaginas, en sus campañas. Pero no creo que vaya a recibir (esta cúpula) el respaldo de la población”, advierte. “Arana piensa que ahora va a tener liderazgo con el engaño de la titulación en los asentamientos humanos”, agrega.


Ella está consciente que el Apra perdió el sólido norte, que puede perder la inscripción y que esta agrupación no es lo que un día fue. Sabe que Alan García está feliz con la extinción del partido, porque piensa regresar como el redentor el 2016 y sabe que hoy los paneles apristas se ven más pequeños que los de Inkafarma y los del hostal “Charlie” que está al ladito de la Casa del Pueblo

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     .." DE TODOS LOS DISTRITOS "??"

       

de vuelta al barrunto..!

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