32 mueren al caer a abismo

Viajaban a Yauyos en bus que se despistó en la madrugada. Pasajeros habían partido de Lima en la víspera. Accidente habría sido causado por chofer que perdió control en una curva cerrada.
Fue a dar contra el río. Así quedó el bus de la muerte. Fierros retorcidos y partido en dos. El deceso de 30 personas conmovió a la población de Yauyos. Muchos de los viajeros eran de esta población. Nadie en las calles de este tranquilo poblado sale de su asombro.
Conmoción. Los fallecidos fueron trasladados uno a uno. Un día fatal en Yauyos.
En acción. Rápidamente se guardaron los cuerpos en ataúdes. Aún sigue búsqueda.
Desastre. Los bomberos tuvieron una difícil labor para dar con los cuerpos de los fallecidos. Bus se abrió al dar contra el río.
Sobreviviente. Profesor Luis Cucho se salvó de la muerte. “Todo fue caos”, dijo.
Una nueva tragedia se sumó a la ya larga lista de accidentes viales en las rutas del país. Al menos 30 personas murieron y otras 15 resultaron heridas la madrugada de ayer, al precipitarse a un abismo de unos cien metros de profundidad el ómnibus que los transportaba hacia Yauyos.
El accidente se produjo a la altura del kilómetro 130 de la carretera afirmada que conduce a esa provincia de la sierra limeña. La fatídica unidad de transporte pilotada por Lorenzo Marcos Huari Alva terminó estrellándose en el cauce del río Cañete, tras rodar cuesta abajo.
Algunos sobrevivientes revelaron que era casi la una de la madrugada cuando el bus de la empresa San Juan de Yauyos se desbarrancó tras cruzar una cerrada y angosta curva frente al cerro conocido como Loro.
"El vehículo se abrió demasiado sobre el borde de la pista, el terreno cedió y caímos dando tumbos", narró el profesor Luis Cucho Vizarreta, uno de los pasajeros que salvaron la vida de milagro.
La mayoría de las víctimas quedaron regadas a lo largo del precipicio. Otras, sin embargo, murieron atrapadas en el ómnibus o aprisionadas debajo de la destrozada carrocería.
Las autoridades de la zona no descartan que algunos de los pasajeros hayan sido arrastrados por la corriente del río Cañete, por lo que ayer mismo iniciaron la búsqueda.
NADIE ADVIRTIÓ EL PELIGRO
"Pasamos por varios tramos que están en reparación pero no nos advirtieron las condiciones de la carretera", dijo el docente, a quien encontramos en la Plaza de Armas de Yauyos preguntando por algunos de sus amigos que también viajaban en el fatídico ómnibus.
Dos horas después del accidente se constituyeron al lugar las primeras patrullas policiales. Encontraron algunos heridos leves que pugnaban por rescatar a las personas que presentaban lesiones de consideración como fracturas o traumatismos.
Los testimonios de los viajeros accidentados y del personal de los equipos de rescate coincidieron en que durante la noche hubo una intensa neblina en algunos tramos.
"Pasaban los carros y solo se notaban las luces de emergencia", dijo un oficial de la Policía para ilustrar la falta de visibilidad.
El rescate de las víctimas fue arduo y penoso. Policías y bomberos unieron esfuerzos para poder descender hasta el fondo del abismo. Los brigadistas se vieron precisados a emplear sogas, poleas, arnés y camillas metálicas.
LAS VÍCTIMAS
Recién a las 2 pm. terminaron de rescatar el último cadáver. Veintidós de las víctimas han sido identificadas por sus familiares en la morgue del centro de salud de Yauyos.
Se trata de Celia Camacho Torres, Nancy Jessica Salvador Rojas, Luzmila Hermes Hurtado Gómez, Elba Brañes Vivas, Ismael Zegarra Másquez, Guillermo Mendoza Muris, Julio Ramos Orellana, Efraín Cambillo Ordóñez (ayudante del chofer), Misael Tacsa Gómez, Jorge Montoya Sánchez, Zeñón Rojas Clemente, Lorenzo Marcos Huari Alva (chofer), Nancy Vivas Reyes, Jorge Vidal Salazar Victorio, Rosmery Ramos Torres, Andrés Flores Rojas, Walter Calderón Bendezú, Patricia Quisape Casas, Enrique Gómez Lucas, Erlis Rivera Barrios, Paulina Presentación y Fidel Ramiro Fernández Salhuana, quien falleció poco después en el hospital Rezzola de Cañete.
Entre las víctimas mortales se encontraba el ingeniero Jorge Montoya Sánchez, quien desde hace dos años venía trabajando en la municipalidad provincial de Yauyos. Él se encontraba a cargo de Provías. También era miembro de Defensa Civil de esa localidad.
También figura un ex capitán de la PNP, quien se desempeñaba como asesor jurídico en el anexo de Achín. Walter Calderón, en tanto, era administrador de la UGEL 13 de Yauyos.
Testimonios de sobrevivientes
1] “No puedo creer que esté caminando, es la pesadilla más fea de mi vida”, relató el el profesor Luis Cucho Vizarreta, de 39 años. El sobreviviente es docente del colegio 2073 del distrito de Miraflores. Todo fue un caos, estaba muy oscuro, todavía no puedo describir lo sucedido”, dijo otro de los heridos. “No nos morimos porque Dios es grande, y el Señor de Cachuy, del cual somos muy devotos, nos salvó”, dijo Eugenio Rivera. “Es un caos total, la verdad no entiendo lo que pasó, lo único que sé es que es muy terrible, había cuerpos destrozados”. 2] “No se veía nada y se sentían golpes, llantos. Todo en un breve tiempo. Fue terrible lo que pasó, agregó el ingeniero Carlos Ponce Martinechi de Pronamachcs. Él fue evacuado al hospital Rezzola de Cañete. “No paro de temblar. Vi el ómnibus y me parecía una lata de sardinas. Hay personas heridas, muertas; es terrible”, refirió. La mayoría de víctimas eran oriundas de Yauyos o trabajaban allí. Todas habían partido en la víspera de Lima, señaló la Policía, la cual dijo también que algunos viajeros habían tomado el fatídico bus en el trayecto hacia la referida provincia de la sierra limeña.