La entidad ha firmado un convenio de colaboración con la ONG Amor con el fin de continuar su labor social en el pueblo de Lincha.Caminos de Herradura impulsa un nuevo proyecto de turismo rural en Perú.Nuevos proyectos e ilusiones afloran ya en las pequeñas poblaciones de los Andes peruanos. Y es que la asociación cultural y deportiva Caminos de Herradura mantiene su compromiso social con la zona y se marca un nuevo reto en la provincia de Yauyos, concretamente en el pueblo de Lincha. El objetivo es mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, así como fomentar sus recursos naturales y culturales para atraer al turismo y evitar que abandonen sus hogares.
Gracias a la colaboración de la entidad, las visitas de turistas a la vecina provincia de Canta se han visto incrementadas en más del 60%.
Lincha es un pequeño rincón en el paraíso andino, en la zona sur de la provincia de Yauyos, que inicia su andadura en un nuevo proyecto de dinamización turística de la mano de Caminos de Herradura. Con el fin de que los habitantes de la zona desarrollen un plan de acción para incrementar su crecimiento económico y puedan vivir cómodamente de su esfuerzo sin tener que migrar dentro de su propio país, la entidad lleva varios años poniendo en práctica talleres ambientales para los más jóvenes, así como otros de aprovechamiento de recursos naturales para fomentar el turismo activo, de una forma sostenible.
Así, el pasado mes de agosto partía de nuevo una comisión española hacia el territorio andino, en esta ocasión compuesta por dos personas; el coordinador alcoyano Juan Francisco Mariño y el geógrafo Pepe Ynat. Su destino fue de nuevo la región peruana de Canta, en la que continuaron desarrollando sus proyectos de señalización de senderos y construyeron un invernadero de treinta metros cuadrados en la población de Huaros, además de reforestar más de una hectárea de laderas de cara a la llegada del deshielo.
No obstante, y según informa Mariño, «este año hemos estado más en despachos, preparando el camino para los próximos tres años en Lincha, donde daremos inicio a un proyecto de turismo rural que esperamos sea un ejemplo a seguir». Para ello, Caminos de Herradura ha firmado un convenio de colaboración con la ONG Amor, y entre sus proyectos más inmediatos destacan la formación de jóvenes en técnicos de senderos, señalización de rutas y fomentar el turismo de aventura. «Queremos aprovechar la abrupta montaña y el recurso del río, e impulsar actividades como el rápel y rutas en BTT, entre otras», indica el coordinador alcoyano.
Otra iniciativa a más largo plazo es la construcción de una piscifactoría en Lincha, así como trasladar a los jóvenes de esta población hasta la Comunitat Valenciana, según Mariño, «para que conozcan nuestro patrimonio natural y mostrarles cómo es la red de senderos».
Por otra parte, avanza que un alumno del campus de Alcoy de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) ha diseñado un proyecto para instalar puntos de agua caliente en Lincha, priorizando la escuela y algunas viviendas en las que residen niños pequeños.
Gracias a la colaboración de la entidad, las visitas de turistas a la vecina provincia de Canta se han visto incrementadas en más del 60%.
Lincha es un pequeño rincón en el paraíso andino, en la zona sur de la provincia de Yauyos, que inicia su andadura en un nuevo proyecto de dinamización turística de la mano de Caminos de Herradura. Con el fin de que los habitantes de la zona desarrollen un plan de acción para incrementar su crecimiento económico y puedan vivir cómodamente de su esfuerzo sin tener que migrar dentro de su propio país, la entidad lleva varios años poniendo en práctica talleres ambientales para los más jóvenes, así como otros de aprovechamiento de recursos naturales para fomentar el turismo activo, de una forma sostenible.
Así, el pasado mes de agosto partía de nuevo una comisión española hacia el territorio andino, en esta ocasión compuesta por dos personas; el coordinador alcoyano Juan Francisco Mariño y el geógrafo Pepe Ynat. Su destino fue de nuevo la región peruana de Canta, en la que continuaron desarrollando sus proyectos de señalización de senderos y construyeron un invernadero de treinta metros cuadrados en la población de Huaros, además de reforestar más de una hectárea de laderas de cara a la llegada del deshielo.
No obstante, y según informa Mariño, «este año hemos estado más en despachos, preparando el camino para los próximos tres años en Lincha, donde daremos inicio a un proyecto de turismo rural que esperamos sea un ejemplo a seguir». Para ello, Caminos de Herradura ha firmado un convenio de colaboración con la ONG Amor, y entre sus proyectos más inmediatos destacan la formación de jóvenes en técnicos de senderos, señalización de rutas y fomentar el turismo de aventura. «Queremos aprovechar la abrupta montaña y el recurso del río, e impulsar actividades como el rápel y rutas en BTT, entre otras», indica el coordinador alcoyano.
Otra iniciativa a más largo plazo es la construcción de una piscifactoría en Lincha, así como trasladar a los jóvenes de esta población hasta la Comunitat Valenciana, según Mariño, «para que conozcan nuestro patrimonio natural y mostrarles cómo es la red de senderos».
Por otra parte, avanza que un alumno del campus de Alcoy de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) ha diseñado un proyecto para instalar puntos de agua caliente en Lincha, priorizando la escuela y algunas viviendas en las que residen niños pequeños.
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