Diez lenguas nativas -nueve amazónicas y una andina- normó la Dirección de Educación Intercultural Bilingüe del Ministerio de Educación (Minedu) en los últimos cuatro años, lo que permite que en los colegios y comunidades de once departamentos se impartan clases con el uso de un alfabeto elaborado en su propia lengua materna.
Se trata de la lengua harakbut (Madre de Dios), ese eja (Madre de Dios y parte de Cusco), shipibo (Ucayali), yine (Ucayali, Cusco y Madre de Dios), asháninka (Ucayali, Huánuco, Pasco, Ayacucho, Cusco y Junín).
También, awajún (Amazonas, San Martín, Loreto, Cajamarca y Ucayali),
mashiguenga (Cusco y Madre de Dios), kakataibo (Ucayali, Loreto y Huánuco) y kandoshi-chapra (Loreto).
En los últimos días se normó el jaqaru, de la comunidad de Tupe, situada en la provincia limeña de Yauyos. Es una lengua nativa andina que pertenece a la familia aru, de la cual forma parte el aimara, informó Modesto Gálvez Ríos, titular de la referida dirección del Minedu.
Refirió, por ejemplo, que las lenguas kakataibo y awajún están compuestas por un alfabeto de 19 letras o grafías cada una.
“Normar dichas lenguas permite que las clases ya no sean desarrolladas solo de manera oral, sino que ahora los escolares también pueden escribir en su propia lengua”, destacó en diálogo con la agencia Andina.
Señaló que las lenguas antes citadas fueron aprobadas a través de resoluciones directorales.
Explicó que primero se efectúan congresos en los que participan las autoridades locales, regionales y maestros bilingües, los cuales se encargan de aprobar el alfabeto de su respectiva lengua.
Posteriormente, se forma un equipo de producción de materiales, integrado por personas que hablan la misma lengua y son oriundas del lugar como docentes, especialistas, padres de familia y sabios de la comunidad.
Dicho grupo es asesorado por especialistas de la Dirección de Educación Intercultural Bilingüe, los cuales ejecutan un plan para producir materiales educativos (letras móviles, cartillas y otros) con el alfabeto en la lengua nativa respectiva.
“La producción de materiales se elabora con los autores y maestros de cada región para que garanticen la pertinencia de su lengua y de su cultura. Con el alfabeto, la comunidad educativa inicia el proceso de lectoescritura”, resaltó.
El funcionario indicó que la siguiente etapa consiste en el desarrollo del léxico, a través de la publicación de diccionarios. “Hay diccionarios pedagógicos en quechua y aimara, los cuales fueron normados con anterioridad”, apuntó.
Luego continúa la elaboración de la gramática de la lengua y, paralelamente, se trabaja para normar el léxico pedagógico especializado dirigido a los docentes.
Gálvez señaló que el castellano también es enseñado, pero con metodología de segunda lengua, para lo cual también se preparan materiales educativos.
Objetivos
El funcionario explicó que dicho proceso tiene entre sus principales objetivos revitalizar y promover las lenguas nativas, así como fortalecer la autoestima e identidad de la población.
Adelantó que este año se proyecta normar otras tres lenguas nativas: shawi (Loreto), nomatsiguenga (Junín) y kashinawa (ciudad de Esperanza, capital de la provincia fronteriza de Purús, en Ucayali).
Recordó que el 27 de mayo, Día del Idioma Nativo, se presentó en la Casa de la Literatura Peruana la producción de nuevos materiales educativos en lenguas nativas, que serán distribuidos este año en las escuelas.
"Son unos 600 mil ejemplares los que se repartirán para afianzar la lectoescritura de las comunidades y escolares", culminó.
Se trata de la lengua harakbut (Madre de Dios), ese eja (Madre de Dios y parte de Cusco), shipibo (Ucayali), yine (Ucayali, Cusco y Madre de Dios), asháninka (Ucayali, Huánuco, Pasco, Ayacucho, Cusco y Junín).
También, awajún (Amazonas, San Martín, Loreto, Cajamarca y Ucayali),
mashiguenga (Cusco y Madre de Dios), kakataibo (Ucayali, Loreto y Huánuco) y kandoshi-chapra (Loreto).
En los últimos días se normó el jaqaru, de la comunidad de Tupe, situada en la provincia limeña de Yauyos. Es una lengua nativa andina que pertenece a la familia aru, de la cual forma parte el aimara, informó Modesto Gálvez Ríos, titular de la referida dirección del Minedu.
Refirió, por ejemplo, que las lenguas kakataibo y awajún están compuestas por un alfabeto de 19 letras o grafías cada una.
“Normar dichas lenguas permite que las clases ya no sean desarrolladas solo de manera oral, sino que ahora los escolares también pueden escribir en su propia lengua”, destacó en diálogo con la agencia Andina.
Señaló que las lenguas antes citadas fueron aprobadas a través de resoluciones directorales.
Explicó que primero se efectúan congresos en los que participan las autoridades locales, regionales y maestros bilingües, los cuales se encargan de aprobar el alfabeto de su respectiva lengua.
Posteriormente, se forma un equipo de producción de materiales, integrado por personas que hablan la misma lengua y son oriundas del lugar como docentes, especialistas, padres de familia y sabios de la comunidad.
Dicho grupo es asesorado por especialistas de la Dirección de Educación Intercultural Bilingüe, los cuales ejecutan un plan para producir materiales educativos (letras móviles, cartillas y otros) con el alfabeto en la lengua nativa respectiva.
“La producción de materiales se elabora con los autores y maestros de cada región para que garanticen la pertinencia de su lengua y de su cultura. Con el alfabeto, la comunidad educativa inicia el proceso de lectoescritura”, resaltó.
El funcionario indicó que la siguiente etapa consiste en el desarrollo del léxico, a través de la publicación de diccionarios. “Hay diccionarios pedagógicos en quechua y aimara, los cuales fueron normados con anterioridad”, apuntó.
Luego continúa la elaboración de la gramática de la lengua y, paralelamente, se trabaja para normar el léxico pedagógico especializado dirigido a los docentes.
Gálvez señaló que el castellano también es enseñado, pero con metodología de segunda lengua, para lo cual también se preparan materiales educativos.
Objetivos
El funcionario explicó que dicho proceso tiene entre sus principales objetivos revitalizar y promover las lenguas nativas, así como fortalecer la autoestima e identidad de la población.
Adelantó que este año se proyecta normar otras tres lenguas nativas: shawi (Loreto), nomatsiguenga (Junín) y kashinawa (ciudad de Esperanza, capital de la provincia fronteriza de Purús, en Ucayali).
Recordó que el 27 de mayo, Día del Idioma Nativo, se presentó en la Casa de la Literatura Peruana la producción de nuevos materiales educativos en lenguas nativas, que serán distribuidos este año en las escuelas.
"Son unos 600 mil ejemplares los que se repartirán para afianzar la lectoescritura de las comunidades y escolares", culminó.
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