Más de 20 mil familias de las provincias limeñas de Huarochirí, Yauyos, Cajatambo y Huaura se beneficiarán con la aplicación del Programa de Usos Productivos de la Electricidad, que permitirá capacitarlas, de manera rápida y efectiva, en la instalación y conducción de pequeñas industrias.
El objetivo es que estos sectores de la población, al incorporar las tecnologías necesarias, logren un mejor aprovechamiento de lo que producen en el campo y así puedan vencer la pobreza.
Fernando Rossinelli, director general de Electrificación Rural del Ministerio de Energía y Minas (MEM), dijo que la electrificación no solo es la sustitución del foco por el viejo lamparín de kerosene, si no es un servicio mucho más amplio que sirve para instalar motores eléctricos en reemplazo de las bombas de agua que funcionan con grupos térmicos, y también debería ser usada para poner en marcha pequeñas industrias o talleres.
Este proyecto trata de promover entre los que tienen pequeñas granjas o chacras para unirse y lograr una mayor y mejor producción con posibilidad de exportar sus productos como ya lo están haciendo otras localidades.
Resaltó, en tal sentido, los alcances del contrato que su dirección suscribió con Alberto Rubina, representante legal de la Consultora Desco, para que esta institución se encargue de elaborar el diagnóstico necesario que determine las actividades económicas e industriales que se pueden desarrollar en las provincias de Huarochirí, Yauyos, Cajatambo y Huaura.
Consideró que en el extenso y promisorio valle de Huaura hay mucho por hacer en lo que respecta a frutales y productos de pan llevar, pero que de seguro se va a encontrar otras ramas de producción interesantes que también se pueden dinamizar.
Rossinelli señaló que esta nueva línea de acción se desarrolla en beneficio de los que menos tienen, en base a un convenio que el Gobierno del Perú suscribió, a través del Ministerio de Energía y Minas, con el Banco Mundial.
Este proyecto de usos productivos de la electricidad se ha aplicado con buenos resultados en Quillabamba, provincia de La Convención (Cusco), donde se impulsó la industrialización del café y se dio inicio a la de los lácteos, así como a la panificación y la explotación de sal.
Asimismo, se ejecuta un proyecto similar en el departamento de Junín y se ha programado otros para Puno, Arequipa y San Martín.
En la suscripción del contrato estuvieron presentes los alcaldes del distrito de Ámbar, Rubén Fuentes, y del distrito Leoncio Prado, Valentín Torres Pacheco, ambos pertenecientes a la provincia de Huaura. También asistió Julio Rodríguez, gerente general de Adinelsa, empresa encargada de la administración de la infraestructura eléctrica.
El objetivo es que estos sectores de la población, al incorporar las tecnologías necesarias, logren un mejor aprovechamiento de lo que producen en el campo y así puedan vencer la pobreza.
Fernando Rossinelli, director general de Electrificación Rural del Ministerio de Energía y Minas (MEM), dijo que la electrificación no solo es la sustitución del foco por el viejo lamparín de kerosene, si no es un servicio mucho más amplio que sirve para instalar motores eléctricos en reemplazo de las bombas de agua que funcionan con grupos térmicos, y también debería ser usada para poner en marcha pequeñas industrias o talleres.
Este proyecto trata de promover entre los que tienen pequeñas granjas o chacras para unirse y lograr una mayor y mejor producción con posibilidad de exportar sus productos como ya lo están haciendo otras localidades.
Resaltó, en tal sentido, los alcances del contrato que su dirección suscribió con Alberto Rubina, representante legal de la Consultora Desco, para que esta institución se encargue de elaborar el diagnóstico necesario que determine las actividades económicas e industriales que se pueden desarrollar en las provincias de Huarochirí, Yauyos, Cajatambo y Huaura.
Consideró que en el extenso y promisorio valle de Huaura hay mucho por hacer en lo que respecta a frutales y productos de pan llevar, pero que de seguro se va a encontrar otras ramas de producción interesantes que también se pueden dinamizar.
Rossinelli señaló que esta nueva línea de acción se desarrolla en beneficio de los que menos tienen, en base a un convenio que el Gobierno del Perú suscribió, a través del Ministerio de Energía y Minas, con el Banco Mundial.
Este proyecto de usos productivos de la electricidad se ha aplicado con buenos resultados en Quillabamba, provincia de La Convención (Cusco), donde se impulsó la industrialización del café y se dio inicio a la de los lácteos, así como a la panificación y la explotación de sal.
Asimismo, se ejecuta un proyecto similar en el departamento de Junín y se ha programado otros para Puno, Arequipa y San Martín.
En la suscripción del contrato estuvieron presentes los alcaldes del distrito de Ámbar, Rubén Fuentes, y del distrito Leoncio Prado, Valentín Torres Pacheco, ambos pertenecientes a la provincia de Huaura. También asistió Julio Rodríguez, gerente general de Adinelsa, empresa encargada de la administración de la infraestructura eléctrica.
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